Un empresario que había tenido mucho éxito en los negocios envió su hijo a la Universidad. Cuando terminó sus estudios empezó a trabajar en la empresa familiar y pasó por sus distintos departamentos. En la primera reunión de consejo que asistió tomó la palabra y dijo.” He recorrido todos los departamentos de la empresa y me he dado cuenta de que no se planifica bien. Yo prepararé un nuevo sistema, yo corregí una serie de defectos en fabricación, revisé la cartera de pedidos y les dije que tenían que cambiar el archivo…Cuando terminó la reunión el padre llamó a su hijo y le dijo: “Mal, muy mal. Primero tenías que escuchar y conquistarte al personal. Con tu intervención te has querido lucir y has empleado siempre el “yo”. Esto no quiero oírlo más de tus labios. Siempre y todos usamos el “nosotros” pues formamos un equipo.
En la siguiente reunión del consejo el chico no decía nada, fueron informando los distintos responsables, se discutieron los temas y al final el padre le preguntó: “Bueno, ¿Tú no tienes nada de que informar? Y Él bastante cohibido dijo: ”Hemos preñado a la secretaria”.
Mensaje: Si quieres formar equipos de trabajo no uses nunca el “YO” sino el “nosotros”.