jueves, 29 de noviembre de 2012

CUENTO DEL NIÑO QUE ARREGLÓ EL MUNDO



Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos.
Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.
Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar.
El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención.
De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.
Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: "como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie".
Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así.
Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente.
"Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".
Al principio el padre no creyó en el niño!
Pensó que sería imposible que a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.
Para su sorpresa, el mapa estaba completo.
Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.
¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?
De esta manera, el padre preguntó con asombro a su hijo:
Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?
Papá, respondió el niño; yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre.
Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.
"Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo".

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

lunes, 19 de noviembre de 2012

REZAR Y FUMAR


En el siglo XVI estaban a la greña los Dominicos y los Jesuitas. Los primeros más conservadores opinaban que cuando se rezaba no se podía fumar. Los segundos más progresistas opinaban que sí. Decidieron consultarlo al Papa. Entro primero el dominico y preguntó: “Santidad ¿cuándo se reza se puede fumar? Y El Papa le contestó que no. Luego entró el Jesuita y le preguntó:¿c8uando estoy fumando  puedo  rezar? Y el papa le contestó: Todas las ocasiones son buenas.

 
Mensaje

 La respuesta a una pregunta está condicionada a cómo se plantea.

lunes, 12 de noviembre de 2012

¿ES BUENO RECONOCER EN PÚBLICO NUESTRAS DEBILIDADES?


Revelar nuestros puntos débiles es el primer paso para generar confianza. Nuestra sinceridad pone de manifiesto nuestra confianza en nosotros. Naturalmente debemos ser selectivos en lo que explicamos, no mentir, pero no es necesario exponer toda la verdad.

Reconocer nuestras carencias es más atractivo que alardear de nuestras cualidades y provoca en los que te escuchan una reacción positiva.

En todo grupo de amigos o en equipos de trabajo, hay personas con cualidades y defectos que se complementan unos con otros. Reconocer nuestras limitaciones puede ayudar a sincerarse a las personas, aumentar su confianza, la amistad y la efectividad en el funcionamiento del equipo.


lunes, 5 de noviembre de 2012

LA ESPERANZA ES EL SUEÑO DEL HOMBRE DESPIERTO

El que sueña con los ojos abiertos se siente impulsado a alcanzar lo que sueña de una manera activa pues la esperanza impulsa a la acción. (M. Luther King: “I have a dream"...).

 Soñar despierto ha sido siempre una poderosa fuente de energía.

 En toda la historia de la humanidad nunca se ha dado un gran descubrimiento sin una esperanza antecedente (aunque no siempre se acabe descubriendo lo que se esperaba).
 
Heráclito: “Si no se espera, no se dará con lo esperado”
 
La esperanza hinduista: es una esperanza del “más allá”, sin importarle el “más acá”

La esperanza marxista es una esperanza del “más acá”, sin importarle el “más allá”

La esperanza cristiana es una esperanza en el “más allá” que parte del “más acá”.

 Se es joven mientras se hacen proyectos para el futuro y se tienen ilusiones.“El tiempo que se pasa esperando no envejece al hombre”(Thomas Mann).
 
Para ser sembradores de esperanza hemos de hacer la vida más fácil a los demás, aportar mensajes positivos, escuchar y acompañar a las personas y demostrarles que no están solas.
 
“No ver la vida a la luz de un  problema, sino ver el problema a la luz de toda la vida”.