Estracto del artículo de Pilar Rahola en La Vanguardia el
10.05.16
"Queda tiempo y
recorrido pero es probable que el Papa Francisco sea el Papa más importante más
importante del historia Vaticana o, en todo caso tan importante como Juan
XXIII.
De momento y a pesar de
llevar poco tiempo, este argentino de porte amable y verbo potente ha puesto en
jaque los cimientos del poder eclesiástico y a la vez ha recordado las raíces
profundas y humildes de su apostolado.
Lo último, expresado en la
conferencia episcopal italiana, habla por sí solo. Después de pedir al clero
católico que abandonara propiedades no dedicadas al culto y de exhortarles a un
estilo de vida simple y testimonial alejado de la ambición de poder, más cerca
de los humildes, es decir, de acuerdo con el mensaje de Jesús.
Plantea también la necesidad
de revisar la actuación y administración de las finanzas vaticanas y de
actualizar la doctrina de la Iglesia en puntos tan importantes como la
actuación de la mujer en los servicios eclesiásticos y en la rígida posición
católica sobre los homosexuales y divorciados.
En este tiempo de
desconcierto urge un liderazgo moral y comprometido. El Papa escribió hace
pocos días: " Queridos religiosas y religiosos: despierten al mundo, sean
testigos de un mundo diferente de pensar, actuar y vivir."