lunes, 5 de mayo de 2014

LA MADRE

Hay una mujer- la madre- que tiene algo de Dios, por la intensidad de su amor... y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados.

Una mujer que, siendo joven...tiene la reflexión de una anciana. Y en la vejez...trabaja con el vigor de la juventud.

Una mujer que, si es ignorante....descubre los secretos de la vida con más aciertos que un santo. Y si es instruida...se acomoda a la sencillez de los niños.

Una mujer que, siendo pobre....se satisface con la felicidad de los suyos. Y siendo rica...daría con gusto todo cuanto posee para no ver sufrir a los que ama.

Una mujer que, siendo vigorosa...se estremece con el vagido(gemido o llanto) del recién nacido. Y siendo débil...se reviste con la bravura del león.

Una mujer a quien, mientras vive... no solemos estimar lo suficiente, aunque a su lado todos los dolores y penas se olvidan; pero después de muerta... daríamos todo lo que somos y poseemos para tenerla de nuevo a nuestro lado.

J.M. Alimbau

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