Las personas tenemos una parte racional y otra emocional.
Para provocar cambios en una persona se ha de
"tocar" su parte emocional.
Los cuentos procuran plantear temas vivenciales que
provocan unos sentimientos en el lector.
A través de ellos, se logra llegar a los sentimientos de
la persona y se consigue provocar la reflexión personal y el cambio buscado.
Siguiendo la tradición oriental, un discípulo le dijo a
su maestro: " siempre me estás contando historias, pero nunca nos revelas
su significado".
El maestro le replicó:"¿Te gustaría que alguien te
ofreciera fruta y la masticara antes de dártela?"
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