La familia es la primera y
más natural comunidad que experimentamos los humanos. Es la estructura de
convivencia que ha demostrado ser más efectiva, en toda la historia de la
humanidad, para la formación de la personalidad de sus miembros y para el desarrollo
y estabilidad de un país.
La familia nos construye,
nos define, nos protege y es la escuela del amor.
Nos transmite los valores
necesarios para la vida: Los valores y las alas.
Las raíces son el fundamento
de nuestros valores: responsabilidad, honradez, respeto que se transmiten a
través del testimonio de nuestros mayores y las tradiciones familiares y
culturales.
Las alas son los estímulos y
oportunidades que nos ayudan para nuestro desarrollo personal y nos capacitan
para ser autónomos y responsables de nuestro futuro.
La responsabilidad de la
transmisión de las dos A: " Arrels
"Alas" se corresponde a los padres, y si saben crear un
ambiente agradable de convivencia familiar, facilita enormemente la asimilación
de parte de los miembros y es la demostración de la familia feliz.
Las familias felices tienen
unas características comunes que se aprecian por la actitud y expresiones que
tienen permanentemente sus miembros: las sonrisas, el interesarse los unos por
los otros, el estar disponibles para los trabajos comunes y son las
manifestaciones de las tres actitudes básicas: diálogo, aceptación y
disposición a perdonar.
El diálogo que
es interesarse y saber escuchar tanto lo que se dice como los que no se dice
que es lo que se llama" el silencio del afecto".
La aceptación de
los diferentes formas de ser sin juzgar unos a otros.
La
disposición de perdón con sinceridad y confianza.
En las familias felices se
oyen frecuentemente las palabras: por
favor, gracias y perdón.
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