Toshiro era hijo de
inmigrantes japoneses y había dedicado su vida al cultivo de flores. Cada día
salían de su plantación centenares de paquetes para venderlas en la ciudad.
Todos los años ganaba premios de la asociación de floricultores. Un día se
acercó a él un periodista y le preguntó por el secreto de su éxito.
Toshiro con mucha
tranquilidad le contestó:
- Mi éxito se debe entre
otras cosas, al hecho de que de cada cultivo saco mis mejores semillas y las
comparto con mis vecinos `para que ellos también las siembren.
- ¿Cómo? Preguntó
sorprendido el periodista.¿ Por qué comparte con sus vecinos las semillas si
usted compite con ellos cada año?
- Vera usted, el viento y
los pájaros llevan el polen de las flores de una campo a otro. Si mis vecinos
cultivaran semillas de peor calidad, la polinización cruzada degradaría
constantemente mis flores.
Si quiero conservar y
cultivar las más bellas flores debo ayudar a que mis vecinos también lo hagan,
así, entre todos, vamos mejorando.
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es mejor que competir.
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