Las decepciones nos sirven
para madurar nuestra personalidad. Así pues,
Cuando sentimos un desengaño
o un desencanto por una actuación de nuestro entorno que resulta más doloroso
cuanto más próximo o más íntimo,
Cuando nuestros hijos se
alejan del ideal que nos habíamos forjado,
Cuando alguna de las instituciones humanas en
las que hemos depositado nuestra confianza e ilusión no responden a los
objetivos que esperábamos,
Cuando sufrimos pérdidas
económicas en alguna actividad en la que éramos responsables de nuestra gestión
o control,
todas estas ocasiones desagradables dan también ocasión que, una vez superadas, con el tiempo y la distancia, sirven para mejorar nuestra personalidad.
todas estas ocasiones desagradables dan también ocasión que, una vez superadas, con el tiempo y la distancia, sirven para mejorar nuestra personalidad.
El hecho de haber superado
un golpe nos hace más duro y más resistente en el futuro.
“Cada
dolor te hace más fuerte
Cada
traición te hace más inteligente
Cada
desilusión más comprensivo
Cada
experiencia, más sabio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario