sábado, 19 de mayo de 2012

COMUNICACIÓN INTERPERSONAL 3


En toda comunicación entre dos personas se establece siempre un doble intercambio entre ellas:
         Lo que se habla, es decir, lo que se expresa con palabras: las opiniones, los razonamientos de cada uno fruto de sus criterios y experiencia y, a la vez existe un intercambio de sentimientos, que no se expresan explícitamente pero que se aprecian por la acogida y actitud del que escucha, de su mirada, por el gesto, que demuestran una valoración de la persona y el interés que le merecen sus opiniones.
Toda canción está compuesta por una letra y una música. Una conversación o diálogo entre dos personas, podemos compararla también con una canción donde se canta al unísono, donde la música es el intercambio de sentimientos, y la letra son las opiniones que se expresan con palabras. Todos sabemos que para que exista sintonía en una canción es necesario que los participantes canten con la misma música, aunque pueda existir algunas diferencias en la letra; de ahí que lo importante en la comunicación entre dos personas es que se establezca una sintonía de sentimientos (la música) aunque puedan tener opiniones distintas (la letra).

¿Cómo es posible conocer y sintonizar con los sentimientos  del interlocutor?
Por una parte procurar tener una actitud de escucha utilizando  los términos de la comunicación asertiva, y a la vez demostrar interés por las aportaciones de la otra parte, que pueden enriquecer tus puntos de vista.
Por otra parte, es muy útil conocer la posición relativa en edad, experiencia, saber, personalidad y posición de cada interlocutor, que condiciona notablemente sus relaciones.

Podemos destacar cuatro situaciones:

Situación A: Yo estoy bien -- Tú estás bien: Se aceptan recíprocamente y valoran  el diálogo mutuo.  Las relaciones serán cordiales, simétricas, enriquecedoras.

Situación B: Yo estoy bien – Tú estás mal: Actitud de superioridad, uno es el bueno y al otro lo considera inmaduro e imperfecto.  La relación será, por un lado, de intransigencia, por el otro, de dependencia y de rechazo.

Situación C: Yo estoy mal – Tú estás bien: Sentimiento de inferioridad. La relación será de vínculo de dependencia, con  dos posibles soluciones, de destruirse o  mejorarse con un plan de tratamiento.

Situación D: Yo estoy mal – Tú estás mal: Las relaciones serán de desconfianza mutua y  de no receptividad.

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