La naturaleza está sometida
a diversos ciclos repetitivos como el día, la noche, las mareas, las
estaciones... y nuestra vida se adapta a ellas. El ser humano ha sido capaz de
anticipar las repeticiones que le rodean: planificar cultivos para asegurarse
la comida, prever situaciones que pueden afectar a su seguridad...
Además somos animales de
costumbres, necesitamos unas rutinas, nos sentimos cómodos con la acción
rutinaria de nuestro quehacer diario. La repetición voluntaria no es mala, sirve
para aprender y consolidar la memoria. Es importante entender, pero la
repetición garantiza el aprendizaje y demuestra la voluntad de aceptar y
retener lo entendido.
A veces repetimos por puro
placer, como por ejemplo escuchamos una música o volvemos a ver una película,
releemos un libro...porque en cada repetición descubrimos detalles nuevos.
En el ámbito político, es
necesario para que un mensaje sea retenido por el auditorio.
Repetir nos proporciona seguridad
y aunque pueda parecer inútil, tiene muchas ventajas.
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