jueves, 28 de enero de 2016

APROVECHAR LAS ESPERAS

La espera forma parte de nuestra vida cotidiana. El ritmo de vida actual está lleno de prisas. Se valora la rapidez y la inmediatez.
Un oriental decía." Ustedes los accidentales son esclavos del reloj. Nosotros tenemos tiempo".
Hemos de saber vivir más lentamente.
La espera no es un momento perdido sino que es una parte de lo que vamos a hacer. Nos permite reflexionar sobre las opciones que tendremos en el caso de que no consigamos aquello que esperamos.
El dicho de que "quien espera, desespera" no lo vivamos como una frustración o un retraso en nuestras actividades sino como una oportunidad para revisar el plan trazado . Si sabemos conservar la calma facilitaremos el encuentro.
El saber buscar y valorar los momentos de reflexión nos permite ir por la vida con una actitud de serenidad que aumenta nuestra felicidad.
Procuremos cambiar la frase de quien espera, desespera por la de "quien espera, se serena".

domingo, 24 de enero de 2016

PRÁCTICAS PARA SENTIRSE FELIZ


Lo que da felicidad es vivir en paz con tu conciencia. Pueden ayudarte estos 4 puntos:

1.     Procura recordar el pasado de manera positiva. El pasado es la historia personal que se ha de mirar con serenidad, sin remordimientos, valorar los esfuerzos realizados en situaciones difíciles pues cuando tropiezas, si no caes, avanzas.

2.     Vive el presente con eficacia. El presente es mi oportunidad. Procura sentirte útil.  El valor de tu vida será la suma de las vivencias de cada momento.

3.     Vive el futuro con ilusión y esfuerzo. No pretendas dominar el mundo sino mejorarlo.

4.     Fíjate periódicamente un tiempo de reflexión para revisar los objetivos anteriores y pregúntate:¿lo que estoy haciendo aquí y hoy sirve también para los demás o solo para mi ego?

Es importante crear, construir y participar en algo que te mejore a ti y los demás.

jueves, 14 de enero de 2016

PERSONAS BUENAS, MEJORES, IMPRESCINDIBLES


Brecht escribió sobre las personas buenas:

-Las hay que luchan un día y son buenas.
-Las hay que luchan un año y son mejores.
-Las hay que luchan ,muchos años y son muy buenas.
-personas hay que luchan toda su vida y son imprescindibles.

Felices las personas que acompañan, sirven y ayudan a un enfermo durante días, semanas, meses. Son personas buenas.

Felices los que lo hacen con y por amor. Son mejores.

Felices quienes han ofrecido o consagrado parte de su vida al servicio de un familiar enfermo o a enfermos. Ellas son personas muy buenas.

Felices quien ha consagrado su vida a quienes sufren en el cuerpo o en el espíritu. Son imprescindibles.

Helder Cámara( Obispo brasileño, premio Nobel de la paz) escribió un camino para llegar a la felicidad:

Dar todo lo que se tiene.
Dar todo lo que se es.
Darse siempre.

Es la elección más profunda de gozo y de paz.

 Artículo de J. María Alimbau

lunes, 4 de enero de 2016

BRINDIS DE NAVIDAD 2015

En la celebración familiar de Navidad procuro recordar los valores que hemos recibido de los antepasados e intentamos transmitir a hijos, nietos y desde este año también a los biznietos.

Hoy quiero destacar un valor menos conocido que es necesario y será más necesario en el futuro para la buena convivencia que es la responsabilidad cívica.

La revolución francesa destacó tres valores para la convivencia: la igualdad proveniente de la filosofía griega, la legalidad del derecho romano y la fraternidad de la cultura cristiana. Los dos primeros fueron incorporados en la legislaciones de los países democráticos y el tercer valor aunque no sea una obligación legal, sí es un deber moral el sentirnos responsables de abrirnos a la realidad que nos rodea y disponibles ayudar a los demás y dejarnos ayudar. Esto es especialmente necesario en las grandes ciudades donde abunda el individualismo.

No es fácil renunciar a unos derechos en poder o bienestar a favor de otros ciudadanos que conviven con nosotros y que contribuyen a que tengamos estas oportunidades. Esa idea de compartir la hemos vivido y por lo tanto aprendido desde la más tierna infancia en nuestra vida familiar.

Es importante plantearse seriamente cómo hacer partícipe a otras personas una parte de lo que hemos recibido. Esto es lo que entendemos por responsabilidad cívica: en lugar de buscar el tener y retener solo para nosotros, hemos de compartir nuestro tiempo, conocimientos y experiencia participando en actividades que ayuden a otras personas.

Brindemos para que nos ayudemos mutuamente a mantener y aumentar este sentido de fraternidad social.