lunes, 17 de septiembre de 2012

ENTRAMOS EN OTOÑO


Hace ya unos años que entré en el "otoño de mi vida".

No me ha sido fácil adaptarme al cambio:

menos energías físicas y más lentitud de memoria,

menos responsabilidades personales, pero más libertad,

menos hacer y dirigir y más "dejar hacer",

menos intereses económicos y más actividades de servicio,

menos compromisos profesionales y más tiempo para estar con mi mujer,

menos vida social, pero más comunicación personal.

He ido descubriendo las ventajas de la contemplación frente a personas y naturaleza.

Saber pasar del "ver" al "mirar" y de allí al "admirar".

Descubres que esta forma de vivir más despacio y más libre
te da ocasiones para demostrar el cariño y estar más
disponible para los que te rodean lo que te hace sentirte
más útil y feliz.
Es una época de la vida iluminada con la cálida luz del ocaso
y que te permite vivir más plenamente el presente, que
como su nombre indica es un regalo.

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