Un niño tenía un hermano que murió.
Le preguntó a su padre: "¿Qué queda cuando de una
persona cuando muere?
El padre, sin decir nada cogió una botella de colonia, la
rompió y el perfume se extendió por toda la habitación: "¿ Notas el
perfume? La botella ya no está pero el
perfume no desaparece".
Cuando morimos queda la esencia.
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